Canvi climàtic

Comparteix

Cambio climàtico

Acentuación de olas de calor

DESCRIPCIÓN DE LOS RIESGOS

© nicolasdecorte / Shutterstock.com

Las olas de calor son periodos con temperaturas anormalmente elevadas (más de 5 ºC sobre la media) que abarcan un mínimo de cinco días. Suelen producirse por la existencia de masas densas de aire seco y muy cálido, de movimiento lento, que en las regiones mediterráneas provienen del norte de África y llegan cargadas de polvo. En las ciudades, el efecto isla de calor aumenta los riesgos.

Fuera de las ciudades, una ola de calor puede causar sequía, con las consiguientes repercusiones en plantas y animales, incrementar los incendios forestales y afectar a circuitos eléctricos, dispositivos electrónicos y carreteras.

En las zonas urbanas, la elevada impermeabilización del suelo con extensas superficies que absorben el calor, la presencia de edificios y la demanda energética comportan de por sí un incremento de la temperatura ambiental (isla de calor), lo que representa un agravio para el ser humano y las especies que viven en las ciudades, dado que experimentarán mayores consecuencias negativas.

Estos fenómenos no permiten que el aire se renueve ni que desciendan las temperaturas por la noche; además, provocan un aumento del número de días con temperaturas elevadas, alteran los ritmos fenológicos de las especies y hacen que el descanso nocturno, con un efecto reparador físico y mental, cada vez resulte más difícil.

 

EFECTOS SOBRE LA SALUD

El exceso de calor produce una pérdida de líquidos y de sales minerales que son vitales para nuestro organismo. En el caso de prolongarse, aumentan los fallecimientos por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, en especial entre algunos sectores de la población, como los recién nacidos, la infancia, la tercera edad y las personas enfermas con patologías crónicas.

Si estamos expuestos a temperaturas muy elevadas y no nos hidratamos de forma continua ni nos protegemos adecuadamente podemos sufrir un golpe de calor. Los síntomas son variables e incluyen: sudor abundante, palidez, cansancio, debilidad, calambres, dolor de cabeza, mareo, náuseas y vómitos, piel fría y húmeda, un pulso rápido y débil y una respiración acelerada y superficial.

Se recomienda beber agua a menudo, protegerse del sol directo y reducir la actividad física durante las horas de más calor.

OBJETIVO

Generales

  • Mitigar los efectos de las olas de calor en la ciudad y, por consiguiente, en la salud de las personas. Abogar por que las ciudades formen parte de la solución en la lucha contra el cambio climático.
  • Reducir el efecto isla de calor mediante una correcta planificación urbana.


Concretos 

  • Incrementar el verde urbano en la ciudad, ya que es uno de los elementos que pueden contribuir a moderar el microclima en las plazas y calles, al tiempo que favorece la reducción de la temperatura diurna.
  • Estudiar el efecto isla de calor en el territorio metropolitano y evitar extensas superficies que acumulen el calor del sol.
  • Determinar qué zonas del territorio metropolitano tienen acceso a agua -o contienen superficies hídricas- para activarlas en caso de olas de calor.
  • Sensibilizar a la población sobre los efectos de las olas de calor.
  • Aumentar el confort térmico de la población, en especial si reside en ciudades grandes y compactas.

PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

  • Durante los episodios de olas de calor, activar los avisos meteorológicos y las alertas de Protección Civil.
  • Disponer de un operativo preventivo para las personas vulnerables. Difundir las medidas que se deben adoptar en el interior de la vivienda, en el trabajo, en la calle y en el coche, así como los alimentos y bebidas más aconsejables.
  • Actualizar el censo de personas vulnerables y la lista de recursos asistenciales y de centros de día climatizados, además de potenciar una red de refugios climáticos.
  • Prever medidas de adaptación y protección de las personas trabajadoras expuestas a condiciones climáticas adversas (en especial si desempeñan su actividad al aire libre).
  • Incrementar la calidad y cantidad de verde y de fuentes de agua en la ciudad. Las especies vegetales liberan humedad al ambiente. La sombra que proporciona el arbolado en la ciudad provoca una disminución de las temperaturas durante los meses más calurosos. Se propone que en los casos adecuados se aumente la superficie destinada a zonas verdes y a arbolado viario.
  • Fomentar la rehabilitación energética para mejorar el confort térmico y las características de los edificios y de los equipamientos públicos.
  • Impulsar la generación y el autoconsumo de energías renovables para no depender del suministro eléctrico de la red en momentos punta.
  • Diseñar la ciudad de modo que los itinerarios y espacios para peatones reciban menos insolación en verano. Potenciar que los voladizos (balcones, galerías y otros elementos ornamentales) contribuyan a controlar la insolación. • Incrementar las zonas verdes y azules de los municipios para aumentar el efecto refrigerante.
  • Aumentar los pavimentos drenantes y permeables.
  • Utilizar colores claros en los pavimentos, las fachadas y el mobiliario urbano para reducir la retención de calor.
  • Mejorar el aislamiento de los edificios para disminuir la necesidad de utilizar aire acondicionado.
  • Diseñar soluciones bioclimáticas en los edificios.
  • Incrementar la circulación del aire, sobre todo en los municipios más compactos.
  • Ampliar las sombras en el espacio público mediante vegetación o toldos.
  • Publicar guías de actuación para los días de calor extremo con objeto de reducir los efectos perjudiciales para la salud de la población.

EXPERIENCIAS DE REFERENCIA

LEGISLACIÓN Y NORMATIVA

ESTUDIOS Y DOCUMENTACIÓN TÉCNICA


Se pueden obtener informaciones más detalladas dirigiendose al Servicio de Salud Pública: entornurbasalut@diba.cat

Fecha de la última actualización:
dc., 12 de maig 2021 06:01:02 +0000