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Viviendas

Intercambios energéticos no controlados

CONTEXTO

© Yakobchuk Viacheslav / Shutterstock.com

Esta ficha trata de los intercambios energéticos no controlados y como factor de la vivienda que debe mejorarse por sus consecuencias en la salud. Los intercambios energéticos pueden ser de dentro hacia fuera de la vivienda, o de fuera hacia dentro, y representar pérdidas o ganancias.

Los intercambios energéticos no controlados que se producen en las viviendas repercuten en la salud, tanto si pueden ser afrontados por parte de las unidades de convivencia que residen en ellas como si no. Si pueden ser afrontados, se produce un aumento del consumo energético, con el consiguiente aumento de la emisión de contaminantes a la atmósfera (véase la ficha «Fuentes de riesgo ambiental»), lo que repercute en la salud pública. Asimismo, ello comporta un coste económico para el hogar, derivado de la elevada demanda de calefacción y refrigeración. Si no puede asumirse el aumento de consumo por incapacidad para hacer frente a las facturas de los suministros, pueden desencadenarse situaciones de pobreza energética (véase la ficha «5.1.4. La pobreza energética»). .

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Los principales problemas que generan los intercambios energéticos no controlados en la vivienda son temperaturas y niveles de humedad no favorables en su interior (véase la ficha «Humedades»), lo que se vincula directamente con enfermedades respiratorias, del sistema nervioso, el sueño, la obstrucción nasal, el lagrimeo o la dermatitis. Por otro lado, la imposibilidad de mantener la vivienda en unas condiciones adecuadas puede generar una sensación de ansiedad y de inquietud que si perdura en el tiempo puede tener efectos psicológicos. También la acumulación de deudas por el impago de facturas puede provocar angustia y causar patologías crónicas, como depresión e hipertensión.

Paralelamente, es preciso controlar el nivel de consumo energético, dado que nos hallamos en un entorno social que exige un elevado grado de confort en nuestras viviendas, en un contexto de aumento del precio de los suministros energéticos. Los costes que paga la ciudadanía por los suministros energéticos, en especial la electricidad y el gas, no dejan de aumentar, ni está previsto que lo hagan en los próximos años. Sin embargo, existe una tecnología cada vez más económica para generar energía, sobre todo la relacionada con las energías renovables. La energía fotovoltaica es un buen ejemplo de ello, ya que cada año es más económica y alcanza un nuevo mínimo histórico.

Esta problemática es frecuente en viviendas mal aisladas, con ventanas poco eficientes, con un alto nivel de infiltraciones o con instalaciones térmicas antiguas.

 

OBJETIVO

  • Controlar los intercambios energéticos de las viviendas para:
    • Disminuir los efectos de las olas de calor o de frío entre la población vulnerable y cuyo estado de salud puede verse agravado por estos efectos, para conseguir una climatización adecuada en el interior de las viviendas.
    • Consumir menos energía y, por consiguiente, reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera.
    • Prevenir la pobreza energética.
  • Aumentar la eficiencia energética en el interior de las viviendas.

PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

Propuestas y recomendaciones para las personas usuarias

  • Es indudable que la incorporación o la mejora de un aislamiento térmico permite conseguir ventajas muy sustanciales y con un coste económico razonable que se amortiza en poco tiempo. Es preferible instalar el aislamiento en la parte exterior de los cerramientos, mayoritariamente en fachadas y cubiertas, ya que de este modo se aprovecha la inercia térmica. No obstante, ante la dificultad de estas intervenciones, que se realizarán conjuntamente con la comunidad de propietarios, también es posible mejorar únicamente el aislamiento de la propia vivienda, recubriendo las paredes y los techos por la parte interior, aunque esta es una actuación menos eficiente.
    Los materiales que se emplearán para el aislamiento deberán ser preferentemente de origen orgánico o mineral, ya que son transpirables y permiten eliminar condensaciones. Algunos ejemplos son el corcho, el lino, el cáñamo, fibras de madera, mantos de lana de oveja o cartón, copos de algodón o de celulosa, o lanas minerales (de vidrio o de roca).
  • Reemplazar las carpinterías, cristales, ventanas y puertas que no garanticen la estanqueidad con respecto al exterior. Por estos puntos se pierde mucha energía: deben ajustar bien para garantizar la estanqueidad de la vivienda. Es esencial que tanto la carpintería como los cristales sean aislantes. Si la carpintería es de aluminio, deberá estar provista de rotura de puente térmico y habrá que calcular su transmitancia y estanqueidad por separado. Con respecto a los cristales, se recomiendan los cristales dobles con gases nobles, como el argón, y los laminados. Asimismo, es preferible elegir cristales con una cámara que no contenga SF6 (hexafluoruro de azufre).
  • Incorporar una cubierta verde. Este mecanismo permite:
    • Mejorar el aislamiento del edificio o de la vivienda y su inercia térmica.
    • Facilitar la absorción de CO2 del ambiente, así como las partículas de polvo y los contaminantes de la atmósfera, generando un aire más limpio.
    • Suavizar los efectos de la isla de calor.
  • Controlar la insolación directa según la orientación y la época del año puede contribuir a evitar sobrecalentamientos cuando hace calor y a aportar energía calorífica extra cuando hace frío. Se recomienda:
    • Utilizar revestimientos de alta reflectividad, como una superficie blanca o tejas, que hacen rebotar la mayor parte de la radiación solar; en cambio, una superficie con un acabado oscuro absorbe una buena parte de ella.
    • Emplear toldos, contraventanas y persianas, dado que nos ayudan a protegernos o dejan pasar la radiación, según nos interese, a través de distintas aberturas, como ventanas o lucernarios, haciendo sombra por el exterior; este efecto, además, puede aprovecharse para conseguir una ventilación con aire más fresco.
  • Protegerse del deslumbramiento. Aparte de las protecciones indicadas para reducir la insolación, existen protecciones solares integradas en los tejidos que bloquean entre el 90 % y el 99 % de los rayos UV y que reducen el deslumbramiento.
  • Incorporar hábitos eficientes, como realizar un buen mantenimiento de todos los elementos de la vivienda, y servirse de equipos y sistemas, como los que aprovechan las energías renovables.
  • Emplear una ventilación adecuada.
  • Utilizar una protección correcta frente a la radiación solar.


Propuestas y recomendaciones para la administración

Los ayuntamientos pueden detectar las carencias más significativas mediante diversas herramientas -como los Informes Técnicos de los Edificios (ITE) y los certificados de eficiencia energética, entre otros- y proponer la intervención más adecuada. Algunas de las actuaciones que pueden llevar a cabo son:

  • Campañas de sensibilización o de educación ciudadana que tengan en cuenta la prevención de los intercambios energéticos no controlados y promuevan el mantenimiento de las viviendas.
  • Mediaciones para posibilitar acuerdos y poner en marcha procesos de rehabilitación con estos objetivos.
  • Asesoramiento y acompañamiento para facilitar que las unidades de convivencia accedan a las ayudas a la rehabilitación existentes (tanto las ofrecidas por la Agencia de la Vivienda de Cataluña como las impulsadas por las propias administraciones locales).
  • Establecimiento de ayudas municipales a la rehabilitación que incluyan soluciones para afrontar estos problemas: incorporación de aislamiento en el interior de las viviendas, cambio de carpinterías, etc.
  • Programas de ahorro y de mejora de la eficiencia energética:
    • Sensibilización y empoderamiento de la ciudadanía con respecto al ahorro energético, tanto en lo referente al uso de la energía como a la comprensión de la factura eléctrica, a fin de reducir la factura energética y las emisiones de CO2 asociadas.
    • Programa de conocimiento del parque de viviendas existente.
    • Auditorías energéticas.
    • Ayudas vinculadas a las auditorías para mejorar la eficiencia energética de las viviendas.

A la hora de diseñar estos programas habrá que tener en cuenta, en especial, que parte del parque residencial más envejecido está ocupado por personas mayores. Estas personas son especialmente vulnerables a las condiciones meteorológicas adversas, en ocasiones cuentan con pocos recursos y residen en un contexto de comunidades de personas propietarias especialmente conflictivas para llegar a acuerdos.

EXPERIENCIAS DE REFERENCIA

LEGISLACIÓN Y NORMATIVA

ESTUDIOS Y DOCUMENTACIÓN TÉCNICA

OTRAS FICHAS DE LA GUÍA

  • Ámbito Vivienda. Ficha "La pobreza energética"
  • Ámbito Vivienda. Ficha "Fuentes de riesgo ambiental"
  • Ámbito Vivienda. Ficha "Edificios de viviendas sostenibles y ecoeficientes"
  • Ámbito Vivienda. Ficha "Infraviviendas"
  • Ámbito Vivienda. Ficha "Humedades"

Se pueden obtener informaciones más detalladas dirigiendose al Servicio de Salud Pública: entornurbasalut@diba.cat

Fecha de la última actualización:
dl., 20 de set. 2021 09:41:28 +0000