04/01/2023 09:00 h.

Se publica el estudio “Estado anímico en jóvenes de Barcelona provincia: evolución, factores asociados e impacto de la pandemia” en la Revista Española de Salud Pública

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La desigualdad en malestar emocional entre chicos y chicas ha aumentado durante la pandemia, según concluye un estudio en más de veinte mil adolescentes de la provincia

Se publica en la Revista Española de Salud Pública el estudio hecho por el Servicio de Salud Pública del Área de Igualdad y Sostenibilidad Social de la Diputación de Barcelona: “ Estado anímico en jóvenes de Barcelona provincia: evolución, factores asociados e impacto de la pandemia”.

El malestar emocional, entendido como estado anímico, hace años que empeora en los adolescentes, pero durante la pandemia este empeoramiento se ha intensificado. Además, la brecha de género se ha ampliado: mientras que en chicos el estado anímico negativo entre antes de la pandemia y durante la pandemia aumentó unos 10 puntos porcentuales (pasante del 17,9% al 25,7%) en las chicas el aumento fue de unos 20 puntos (del 31,9% al 52,9%).

Esta es una de las conclusiones principales del estudio, publicado el 2 de noviembre en la Revista Española de Salud Pública, revista referente en el ámbito y disponible en el siguiente enlace. El estudio se hizo a partir de la Encuesta de hábitos relacionados con la salud a alumnas de 4.º de ESO de la Diputación de Barcelona, en la que desde 2015 han participado más de veinte mil alumnos de la provincia.

Al entrar en detalle en los diversos componentes del estado anímico, se aprecia como entre el periodo pre-pandémico y la pandemia todas las dimensiones han empeorado. Los y las adolescentes que responden que “siempre” se sienten con alguna de las siguientes situaciones se duplican entre los periodos: se sienten aburridos (del 7,3% al 14,6%); nerviosos (del 8,8% al 13,4%); desesperanzados respecto al futuro (del 5,1% al 11,8%); con problemas para dormir (del 6% al 12,4%); y muy cansado para hacer cosas (del 7,8% al 13,6%). Enreferencia a los y las adolescentes que se sienten desplazados, deprimidos o tristes el porcentaje se triplica, pasando del 3,1% al 10,3%.

El estudio también concluye que en el periodo pandémico ha aumentado la relevancia para explicar el estado anímico negativo de los factores socioeconómicos, como son el nivel socioeconómico y la estructura familiar. Finalmente se apunta que uno de los retos inmediatos para abordar el bienestar emocional y la salud mental en adolescentes es saber si este empeoramiento fruto de la pandemia es reversible o ha venido para quedarse por lo que se recomienda hacer seguimiento periódico de la evolución.