21/02/2024 14:07 h.

Las monedas locales y su rol en la dinamización del comercio de proximidad

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Imagen: Observatorio de la Moneda Complementaria

Imagen: Observatorio de la Moneda Complementaria

La Gerencia de Servicios de Comercio entrevista Lluís Muns y August Corrons, miembros del Observatorio de la Moneda Complementaria.

 

 

¿Qué son las monedas complementarias?

Una moneda complementaria, social, local o alternativa no es otra cosa que un instrumento de pago similar al euro. Actúa dentro de un ámbito local y se utiliza para adquirir productos, servicios o conocimientos. Las hay de diversos tipos y características y es una excelente herramienta para optimizar los gastos ordinarios de un presupuesto municipal para que impacten de una manera más social y sostenible en un barrio, municipio o ciudad.

¿De dónde surgen y cómo han evolucionado con el tiempo?

Las monedas complementarias no son una novedad; tienen una presencia notable desde tiempos pasados como en la Gran Depresión o en la Guerra Civil. Recientemente, se pueden destacar tres fases significativas en su redescubrimiento:

•    En la primera fase, originada en 2008 a raíz de la crisis financiera, tenían un origen de base social y se centraban en el empoderamiento y la creación comunitaria.

•    En la segunda, a partir de 2013, los avances tecnológicos y el interés de la Comisión Europea favoreció el desarrollo de proyectos innovadores liderados desde la Administración pública local.

•    En la tercera, que se inicia en 2020 a raíz de la crisis de la Covid-19, se acentuó la necesidad de revitalizar el comercio local y la proximidad.

¿Cómo se crean y qué rol tienen los ayuntamientos?

La esencia y la filosofía en que se fundamenta un sistema de pago complementario con la participación de un ayuntamiento, es que se pone en el centro a quien hace posible que la moneda circule. Partiendo de la idea de que no pueden responsabilizar a las personas para que lo utilicen, los ayuntamientos fomentan entornos inspiradores y adecuados y disponen de la capacidad de vincular, por ejemplo, la concesión de subvenciones y el pago de parte del gasto ordinario a una red de entidades y empresas locales, donde el comercio de proximidad es el principal beneficiado. Es decir, su rol va mucho más allá de garantizar una operativa, dotar de seguridad jurídica o la sostenibilidad económica. 

¿Por qué un ayuntamiento tendría que implementar un sistema de pago complementario?

Ciertamente, reescribir las reglas a las que estamos acostumbrados, pensar desde otro paradigma y abrir la gestión de los recursos públicos a nuevas realidades podría parecer una ocurrencia, incluso innecesaria. Pero, por ejemplo, imagina que Susanna recibe una subvención con la que puede reformar una parte de su tienda; la asociación de vecinos de la Calle Mayor puede pagar el alquiler del local social y el club de baloncesto puede organizar el torneo de verano. Para justificar los gastos, y este es el cambio de paradigma, se comprometen a que el dinero recibido impactará en la ciudad hasta cinco veces su valor. 
¿Te parece imposible? Pues no lo es, ya que, más allá de la fiscalización y de aspectos técnicos que inciden en la realización de una gestión más eficiente por parte de la Administración pública, la moneda local no debe interpretarse como un fin en sí mismo, sino como un instrumento generador del bien común. 
Que en una ciudad no se utilicen dinero de curso oficial, no es extraño. ¡De hecho, lo raro es que no haya muchas más! La alternativa consiste en continuar gestionando con los mismos instrumentos y aplicando las mismas políticas públicas tradicionales. En cierta medida, actuando para que no se mueva nada.

¿Cuál es rol que le corresponde al comercio de proximidad en el marco de un sistema de pago local?

Partiendo de la idea de que hay que cambiar la mentalidad y romper con ideas preconcebidas, un grupo de comerciantes convencidos que apuesten por implementar su moneda dará lugar a un comercio que se situará al frente de una verdadera transformación de la ciudad y que claramente fomentará un consumo más responsable y sostenible. Las experiencias de éxito que están funcionando demuestran el impacto positivo que este instrumento tiene para las empresas y las actividades de proximidad.  

¿Qué repercusiones concretas está teniendo en el comercio de proximidad del municipio donde se aplica?

En la medida en que se establecen mecanismos para activar las motivaciones intrínsecas, desde un punto de vista económico, la moneda circula y provoca un efecto multiplicador de la riqueza local directa y tangible, evita las fugas de dinero y, además, aumenta año tras año. 

Sin embargo, el uso de una moneda local, más allá del impacto económico, también genera beneficios sociales, fomenta el diálogo, la cohesión entre agentes del municipio y refuerza el sentido de pertenencia.

¿Qué experiencias municipales se están llevando a cabo?

Si bien los sistemas de pago complementario llevan mucho tiempo entre nosotros, las experiencias exitosas que cuentan con la implicación de una Administración pública son bastante recientes. El caso de Santa Coloma de Gramenet, que en el año 2013 dio los primeros pasos en el proceso de creación de su moneda, es el más conocido. Hasta el punto de que se ha convertido en un referente a nivel internacional y ha abierto la puerta para que otros municipios sigan por el mismo camino.

Actualmente, se están desarrollando nuevos de sistemas de pago local a diferentes niveles -municipal y supramunicipal- y velocidades. Así, por ejemplo, hay iniciativas que se centran en la reactivación del comercio y en generar riqueza local. En estos casos, aunque se genera un beneficio indirecto a escala social y medioambiental, el propósito principal se sitúa en el plano económico.
Por otro lado, hay iniciativas que parten de un objetivo más claramente enfocado al ámbito social (como por ejemplo las ayudas a personas en riesgo de exclusión social), o medioambiental (como por ejemplo el fomento del uso de energías limpias), donde el beneficio económico queda en un segundo plano. De hecho, una moneda no deja de ser un instrumento versátil que se adapta a diferentes contextos.

Si se tuvieran que destacar un par de características capitales, ¿cuáles diríais?

En realidad, las características esenciales aplicables a este tipo de proyectos tienen que ver con aspectos del comportamiento de las personas: principalmente, actitud y voluntad de compromiso.

¿Qué es el Observatorio de la Moneda Complementaria?

Es una entidad formada por profesionales que desde hace más de diez años apoyan, asesoran y acompañan a ayuntamientos, entidades sociales, comerciales y empresariales que quieren explorar la viabilidad de este tipo de iniciativas.

Además, el Observatorio de la Moneda Complementaria realiza acciones de difusión, divulgación e implementación y comparte todo tipo de recursos relacionados con los sistemas de pago complementario. Precisamente, uno de estos recursos, de libre disposición, es la Guía metodológica. Implementación de monedas locales desde la Administración pública: una herramienta para la dinamización comercial local, elaborada a partir de un encargo de la Gerencia de Servicios de Comercio de la Diputación de Barcelona.

¿Cuál es el futuro de las monedas complementarias?

La ventana de oportunidad que abrieron las primeras experiencias de moneda local vinculadas a la Administración pública son un buen ejemplo para que el sector social y económico de proximidad apueste por el desarrollo y consolidación de estrategias pensadas para el medio y largo plazo, más allá de actuaciones puntuales que únicamente tienen por objetivo estimular la demanda. Este es un buen momento para que el comercio local asuma el liderazgo de un movimiento innovador hacia una economía de proximidad, la búsqueda de un bienestar comunitario y un futuro más sostenible. Es tiempo de actuar juntos para evitar las fugas de dinero y optimizar el valor del dinero de los barrios, los municipios y las ciudades. Y, en este escenario, las monedas complementarias son un buen instrumento.