Escuela del Trabajo - Recintos

Inauguración

El 29 de mayo de 1914 se inauguró la Escuela Elemental del Trabajo en una sesión solemne encabezada por el presidente de la Mancomunidad de Cataluña, Enric Prat de la Riba. La nueva institución era la reestructuración de la antigua Escuela Libre Provincial de Artes y Oficios, creada el 1873, y acogería jóvenes aprendices de electricidad, operarios de la industria química, planxistes o caldereros, entre otras especialidades. El año de la fundación el número de alumnos matriculados llegó a los 249 y los requisitos para acceder eran: tener 14 años, saber leer y escribir, conocer las cuatro reglas fundamentales de la aritmética, ser obrero de oficio, pagar 5 pesetas de matrícula y 2,50 pesetas de póliza.

AGDB. Fondo: Diputación de Barcelona. Autoría: Josep Brangulí. Discurso inaugural de la Escuela Elemental de Trabajo, 1914.

Primera ampliación

A lo largo de la década de 1920 el centro, que a partir de 1923 adoptó su nombre actual, Escuela del Trabajo, fue objeto de una reforma que lo estructuró en tres pisos con un vestíbulo de entrada donde se encuentra una copia en piedra de la escultura «El forjador» de Josep Llimona, que el artista hizo en homenaje a los obreros que trabajaron a las obras preparatorias de la Exposición Internacional de 1929. El original en bronce se conserva al Museo Nacional de Arte de Cataluña. Este impulso arquitectónico, que permitió la acogida de un mayor número de alumnos, tuvo lugar durante la dirección del centro de Rafael Campalans, político y pedagogo, entre 1922 y 1923.

Reforma

La Escuela del Trabajo fue objeto de una nueva reforma entre 1928 y 1929, bajo la dirección del arquitecto Joan Rubió i Bellver. Estas obras lo ampliaron en altura y extensión para conseguir un volumen equilibrado con el edificio del Reloj, bajo la consideración que tenía un menor nivel jerárquico al ser una enseñanza intermediaria y no superior.

AGDB. Fondo: Diputación de Barcelona. Autoría: Alejandro Antonietti. Aula de la Escuela del Trabajo, c. 1914-1923.

Escuela Superior de Bellos Oficios

A tocar de la Escuela del Trabajo se encontraba la Escuela Superior de Bellos Oficios, inaugurada el 1915 como un centro de enseñanza, dirigida por Francesc Galí y organizada en cuatro grandes especialidades: las artes del jardín, las artes de la tierra, las artes de la madera y las artes de la tapicería. La duración de los estudios era de tres años y a lo largo de su funcionamiento formó unos 300 alumnos.

El 1924, Primo de Rivera cerró y suprimir la escuela bajo argumentos anticatalanistas.